Honrados y leales

Ernesto Sánchez Pombo
Ernesto S. Pombo EL REINO DE LA LLUVIA

OPINIÓN

23 jul 2016 . Actualizado a las 09:54 h.

Medio país está en estado de shock desde que los nacionalistas catalanes de CDC optaron por apoyar a Mariano Rajoy y al PP para que controlen el Parlamento. Y es que nadie se esperaba que unos señores tan de izquierdas, tan comprometidos con la honestidad y tan preocupados por los problemas de los ciudadanos salieran en la ayuda de quien señalaron como enemigo irreconciliable y del que se negó a sentarse con ellos hasta para hablar de lo bien que juega al fútbol Messi. ¿Por qué lo hicieron? Sencillamente, por responsabilidad, coherencia y compromiso con los españoles.

No deberíamos de sorprendernos, porque los nacionalistas catalanes han demostrado a lo largo de la historia ser responsables y congruentes con sus principios. Y, sobre todo, nada interesados. No se dejan fascinar por intereses económicos, ni por impulsos infantiles. La sensatez ha sido una de las banderas del nacionalismo catalán; racionalidad, muy alejada de réditos económicos, que les permite apoyar a la derecha en Madrid y a los republicanos en Barcelona y proclamar la independencia en Cataluña por la mañana y apoyar a Rajoy en la merienda. Un ejemplo de ductilidad y acomodación.

En todo este comportamiento tiene mucho que ver ese gran referente moral que es Jordi Pujol. De recto proceder, respetable y respetado; honesto, cumplidor, desprendido, leal, hombre de palabra y ejemplar padre de familia preocupado por el futuro de sus hijos. Pujol ha sido el faro para los nacionalistas catalanes por su rectitud y miramiento con los dineros públicos y por su discurso coherente con la forma de actuar. Y deja el camino marcado a Mas, Homs o Puigdemont y a la troupe de saltimbanquis y bufones.

Alguien dijo que en la vida te tropezarás, aun sin quererlo, con truhanes, filibusteros y caraduras. Y ocurre.