Las horas muertas

Eduardo Riestra
Eduardo Riestra TIERRA DE NADIE

OPINIÓN

03 abr 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

En este país se ha instalado la calma chicha. Están las velas colgando de sus palos como murciélagos muertos, y los tripulantes pasman las horas lentas esperando que algo ocurra, que se levante una brizna de viento o que un pez volador rompa el espejo de agua. En la liga ya está todo el pescado vendido y ahora los equipos se dedican únicamente a jugar al fútbol. Qué aburrimiento.

En política, bien lo saben ustedes, ya todos hace mucho que dijimos todo lo que teníamos que decir, incluso ellos, los de los sillones de cuero, lo han dicho ya todo y ahora solo se dedican a jugar, no sé a lo qué, para pasar el tiempo. Por su parte, una pastelería de Toledo ha decidido hacer figuritas de mazapán con la cara de Cervantes, adelantándose a cualquier iniciativa del Ministerio de Cultura, que todavía se lo está pensando y para cuando se decida a mover ficha ya estaremos celebrando el quinto centenario. La vida se paraliza y la naturaleza se niega a salir del invierno, y nieva extemporánea y tercamente.

En el centro de mi ciudad, se ha abierto un socavón ante el Banco de España y uno piensa con nostalgia en los atracos a las tres, en los tiempos en que el Banco de España tenía dinero, billetes en los que el gobernador del ente se comprometía a pagar al portador mil pesetas. Pero ya ni los atracos son nuestros. Ahora para atracar hay que ir a Suiza. Y es que ya no somos protagonistas de nada. Solo esperamos a Godot, que no sabemos quién es y además nunca llega.