De repente, un extraño. Cuando todo el mundo devoraba información sobre los atentados de Bruselas y en las redes sociales no había otra tendencia, apareció en Twitter un trending topic sorprendente, #myhyv. Y estaba relacionado con el despiadado nuevo golpe del yihadismo en el corazón de Europa. Era fruto de la indignación de muchos seguidores del programa que de lunes a viernes emite Telecinco al mediodía, ese que fue denunciado en el 2015 en Cataluña por «apología de la ignorancia», el mismo que cada día encumbra «tronistas» y exhibe un tipo de concursantes de ambos sexos muy fácilmente reconocibles, los famosos «viceversos». Creo que no hace falta describirlos.
Las redes sociales se llenaron de mensajes criticando a la cadena de Mediaset por suprimir su programa en favor de una cobertura especial de la jornada de caos y terror que vivía la capital de Europa. La mayoría eran tan estúpidos como este: «Es k m sakan #MHYV x 26 muerts k ni españoles eran... Telecinco soys retrasaos!» (sic). Y no es la primera vez. Ocurrió lo mismo con el accidente aéreo de Germanwings. Si entonces eran injustificables. Ahora no merecen mejor valoración. Y preocupan. Descerebrados los hay en todas partes, pero en Internet dejan su huella. Pesada, asnal y algo cheirenta.