El quinto axioma

Luis Ferrer i Balsebre
Luis Ferrer i Balsebre EL TONEL DE DIÓGENES

OPINIÓN

31 ene 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

La pragmática de la comunicación humana tiene cinco axiomas que explican cómo la comunicación influye sobre las conductas. El grupo de científicos de Palo Alto que los enunció lo hizo a fuerza de examinar la comunicación en miles de familias con un miembro esquizofrénico y analizando cómo se comunicaban los agentes sociales que demostraban más pericia a la hora de conseguir deponer la actitud de un secuestrador o un suicida. El quinto axioma de la pragmática dice que los intercambios comunicacionales pueden ser simétricos o complementarios, según estén basados en una relación de igualdad o de diferencia entre los interlocutores. Cuando dos personas o grupos humanos solo se relacionan desde la igualdad o simetría, donde ninguno tolera una posición de inferioridad o dependencia del otro, entran en una escalada simétrica que acaba siempre en conflicto. Por el contrario, cuando los que se relacionan solo lo hacen desde una posición de desigualdad en la que uno siempre domina al otro, lo habitual es que la relación se escore hacia tintes sadomasoquistas. El equilibrio en las relaciones solo se consigue cuando se alternan intercambios simétricos y complementarios. Como el funambulista tiene que oscilar de un lado a otro para no caerse del alambre. A principios de los ochenta estaba en Boston formándome en terapia familiar. Aranovich, uno de los docentes experto en cibernética aplicada a los sistemas humanos, fue requerido por el presidente Gorvachov para asesorarle sobre el último movimiento de Reagan: la guerra de las galaxias, el escudo antimisiles. De seguir en la misma escalada simétrica en la que llevaban cuarenta años, la Unión Soviética tendría que haber respondido con un «y yo más» que ya no era económica ni socialmente posible. Tampoco podía rendirse porque su pueblo no lo entendería. La única salida posible era la que aconsejó Aranovich: La opción cero. «No solo no sigo escalando, sino que voy a demostrar al mundo quién es la amenaza y voy a retirar los misiles». Reagan no tuvo otra opción que seguir escalando pero esta vez en el sentido de ver quien quitaba más misiles, propiciándose una distensión que nos salvó a todos. Por análoga razón axiomática, Pedro Sanchez está «pragmáticamente» bloqueado. Rajoy ha puesto sobre la mesa una opción cero renunciando a seguir escalando en busca del poder e Iglesias le ha propuesto una relación rígidamente complementaria dónde el poder siempre sería morado. Rajoy e Iglesias lanzaron dos comunicados simultáneos que han dejado al PSOE balbuceante, descolocado. Y creo que lo han hecho muy bien, si lo que ambos buscaban es ir a unas elecciones generales en las que saldrían reforzados y el PSOE se disolvería entre Ciudadanos y Podemos. Lo tienen crudo.