Copie de Rajoy, señor Sánchez

Fernando Salgado
Fernando Salgado LA QUILLA

OPINIÓN

15 dic 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Escribo horas antes del único cara a cara que mantendrán Mariano Rajoy y Pedro Sánchez. Así pues, cuando estas palabras vean la luz la suerte ya estará echada y el lector-espectador conocerá el vencedor del debate. Lástima, porque yo tenía la fórmula -a mi tosco juicio, infalible- para colocar en serios aprietos al presidente del Gobierno. Y aunque de nada sirve ya, a no ser para alimentar del ego del columnista o para entretenernos con el juego de la ucronía -¿qué hubiera ocurrido si...?-, paso a exponerla.

La fórmula es sencilla y apenas requiere preparación. Consiste en que Pedro Sánchez utilice, de principio a fin, el mismo guion, idénticos argumentos, frases similares y datos paralelos a los usados por Rajoy en su debate con Rubalcaba de hace cuatro años. Que lo copie descaradamente, sin miedo a que lo acusen de plagiario, sin más aportación al original que alguna breve apostilla. Rajoy lo bordó en aquella memorable ocasión: hay, pues, que aprender del maestro.

Dijo entonces Rajoy que la situación era «en extremo insostenible»: había cinco millones de personas sin empleo, 1,5 millones de familias con todos sus miembros en paro y la tasa de paro juvenil alcanzaba el 45 %. Repítalo Sánchez en tiempo presente, con una mínima modificación de las cifras: hay 138.200 parados menos, cien mil familias desamparadas más y el paro de los jóvenes menores de 25 años se sitúa en el 46,6 %.

Dijo entonces Rajoy que el empleo era «el objetivo nacional para los próximos cuatro años». Dígale Sánchez que se trata de un objetivo compartido, ahora con más razón porque hay 435.800 ocupados menos y 530.400 asalariados en paradero desconocido.

Dijo entonces Rajoy que las pensiones las pagarían los cotizantes. Recuérdele Sánchez que había, en noviembre de aquel año, 17.223.086 afiliados a la Seguridad Social y ahora 25.444 cotizantes menos. Que en los diez primeros meses del 2011 se recaudaron 86.792 millones de euros por cuotas y solo 83.787 millones en igual período de este año.

Dijo entonces Rajoy, blandiendo el certificado de Eurostat, que España era el cuarto país de Europa con mayores desigualdades sociales, después de Letonia, Lituania y Rumanía. Replíquele Sánchez que ya hemos superado esa anomalía: según la misma fuente, desde el 2014 ya somos los primeros.

Dijo entonces Rajoy que no pensaba «dar ni un solo euro de dinero público a los bancos», acusó al PSOE de haber subido el IVA, criticó la reforma laboral de Zapatero que abarató el despido y prorrogó sine die los contratos temporales, y prometió que en ningún caso reduciría la prestación por desempleo. Todo esto no precisa corolario alguno: limítese Sánchez a reproducir textualmente lo dicho entonces.

Reconozco que mi fórmula, eficaz para ganar el cara a cara, solo tiene una contraindicación. Quizá el ciudadano concluya que Rajoy tenía razón hace cuatro años y Sánchez la tiene hoy. Y que decida, en consecuencia, que los dos pierdan el debate y lo ganen los ausentes. Ese es el único riesgo.