La metamorfosis

Enrique Clemente Navarro
Enrique Clemente LA MIRADA

OPINIÓN

07 dic 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Rajoy se ha reinventado. Ahora es el nuevo Mariano, una persona entrañable, de orden, amable, campechana y cercana, que juega al futbolín y al dominó, toma chocolate con churros, da largas caminatas, comenta partidos de fútbol y se enternece cuando habla de su familia. Como un español más. ¡Hasta responde a las preguntas más o menos espontáneas de los ciudadanos en directo! Lo nunca visto. La proximidad de unas elecciones más abiertas que nunca ha obrado el milagro. Claro que una cosa es la extraordinaria placidez de la casa de Osborne y otra ir al territorio comanche de la Sexta, donde pasó algunos apuros y practicó otro de sus deportes preferidos, el frontón, devolviendo las preguntas contestadas a su modo. El presidente del Gobierno que se parapetó en La Moncloa escondido detrás del famoso plasma durante cuatro años y que no pisaba la calle ha dado paso a otro que abre las puertas de La Moncloa y pasea por los pueblos de España estrechando manos, dando besos y haciéndose selfies. Todo sea por el voto rural y el de los pensionistas. Eso sí, nada de debates a cuatro en los que los avezados tiburones Rivera e Iglesias le tiren a degüello. Para eso y otras muchas cosas está Soraya-para-todo. El presidente que ha batido todos los récords de gobernar por decreto ley y que ha aplicado el rodillo parlamentario sin contemplaciones es ahora un hombre de Estado, apóstol del consenso y la unidad de los partidos, incluidos los emergentes. Cuando creíamos que ya lo sabíamos todo de él tras su larga carrera política, descubrimos al otro Rajoy, que es la pera, en su propia terminología. Estamos asistiendo a la construcción del nuevo Mariano en solo un mes. Un prodigio, Es la imagen, estúpidos.