La pelea por Corbyn

César Casal González
César Casal CORAZONADAS

OPINIÓN

23 sep 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

La ha liado en el Reino Unido. Ya hay nueva estrella mediática. Hablo de Jeremy Corbyn, todo un personaje que ha tomado las riendas del laborismo británico desde la izquierda más izquierda. Adiós al centrismo (¿o era derecha?) de Tony Blair. Soplan vientos más huracanados con el nuevo líder laborista. Cameron ya se ha puesto en guardia y ha tirado de la estrategia del miedo. «Es una amenaza para la seguridad nacional», ha rugido el primer ministro. Toma. Todos a salvo, parece querer decir. Algunas de las propuestas de Corbyn suenan al sirtaki populista del primer Tsipras. El candidato a gobernar Inglaterra dice que limitará los sueldos por arriba y que establecerá un salario mínimo para que todos los ingleses vivan con dignidad. ¿Es realista? ¿Puede un Gobierno decirle a una empresa privada lo que debe pagarle a sus empleados? Lo curioso es que la irrupción de Corbyn ha provocado una pelea de paternidad en España. Un lío casi de estilo Gran Hermano, muy típico del nivel de nuestros políticos. En seguida se han enzarzado Pedro Sánchez y Pablo Iglesias en una pelea para reivindicar su parentesco con él. Pablo Iglesias ha dicho: «Corbyn soy yo, pero con coleta». Y, rápido, Pedro ha contestado: «Corbyn soy yo. El Partido Laborista es hermano del PSOE de toda la vida». Como en esas sagas familiares que se remontan en los siglos. Todos quieren ser Corbyn, como muchos quisieron ser Tsipras, hasta que el griego sufrió un baño y colapso de realidad. Veremos si Pedro y Pablo se siguen peleando por ser Corbyn cuando las cosas no pinten tan esperanzadoras para el inglés. Una cosa son los hechos, que suelen ser tozudos y rocosos, y otra las intenciones, volátiles e ingeniosas. Ahora Jeremy es una estrella deseada, porque el lienzo esta en blanco y el lienzo en blanco, ya se sabe, puede con todo.