Erdogan rompe el silencio

Yashmina Shawki
Yashmina Shawki CUARTO CRECIENTE

OPINIÓN

27 jul 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

El silencio de Erdogan tras el varapalo electoral sufrido a manos de la coalición formada por partidos de izquierdas, kurdos y ecologistas, por fin se ha roto. Tras haberse mantenido neutral durante más de cuatro años, para facilitar el derrocamiento de Al Asad, aliado de Irán, rival secular de Turquía, y haber tolerado la actividad del Estado Islámico (EI) para impedir que las fuerzas kurdas le pusieran freno, las milicias turcas han comenzado a bombardear posiciones de este grupo criminal. Obviamente, el cambio de estrategia no es solo el resultado de la presión de Estados Unidos, sino de una serie de acontecimientos que han tenido lugar recientemente. En primer lugar, el avance de la coalición kurda en la frontera entre Siria y Turquía. Su alianza con el gobierno regional del Kurdistán iraquí y el PKK turco y la potencial secesión es un escenario que el Gobierno de Ankara quiere impedir. En segundo lugar, el atentado perpetrado en Suruç a manos del EI, violó el pacto de cooperación con los terroristas y ha agravado aún más el descontento con el Gobierno. Erdogan quiere matar dos pájaros de un tiro: debilitar a los kurdos turcos y recuperar el apoyo popular, algo que no va a resultarle ni fácil ni gratis. Porque el enemigo no son los kurdos, sino el EI, que ya controla un tercio de Irak y media Siria y amenaza con entrar en Turquía.