A veces hay que llegar tarde a las modas. La primera película de dinosaurios que vi ha sido la que acaban de estrenar: Jurassic World. Que viene siendo como la cuarta entrega. Y es una montaña rusa, un filme para disfrutar. Hay efectos especiales, pero hay un guion que administra con gusto las emociones. Entretenimiento garantizado para los pequeños y para los mayores. Ver Jurassic World y disfrutarla tanto, me lleva a recuperar la primera, Parque Jurásico, la que hizo nada menos que Steven Spielberg. La que desató la moda de los dinosaurios. La que llegó a ganar tres Oscar técnicos. La que tenía ese reparto espectacular: Sam Neill, Laura Dern, Richard Attenborough y Jeff Goldblum. Y el placer se multiplica con el talento espectacular de Spielberg sacándole todo el provecho y el jugo a la novela de Michael Crichton. Tanto la novela, que es del año 90, como el filme, que es del 93, arrasaron en recaudación. El filme todavía está en la lista de las veinte películas que más dinero han hecho de la historia. Ocupa el puesto quince y es de las que superan los mil millones de dólares. Encima solo costó hacerla 63 millones. Avatar es la primera, con casi tres mil millones de dólares de caja, pero su coste fue casi cuatro veces mayor que los dinosaurios de Steven (237 millones de dólares). Pero no todo es dinero. Y recuperar la primera historia tras ver la cuarta realza el valor. La cuarta está llena de guiños a la primera. Y ahí es donde las generaciones que eran niños cuando apareció la primera más la están disfrutando. Todavía no me he atrevido con la segunda y la tercera. Pero está claro que la moda de los dinosaurios o su evolucionadísimo Indominus Rex está de vuelta.