Se llama democracia

Enrique Clemente Navarro
Enrique Clemente LA MIRADA

OPINIÓN

06 jul 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Los griegos se han pronunciado claramente por el no. Como dijo nuestra ministra de Agricultura, las urnas son peligrosas, lo que traducido vendría a significar: no dejen las decisiones importantes en manos de los ciudadanos. Pero en Grecia sí lo han hecho. Se llama democracia. El oxi de los griegos no ha sido un no al euro ni a la UE ni a Europa, como han pretendido quienes han jugado la carta del miedo, sino a las condiciones asfixiantes impuestas por la Troika. Los Juncker, Martin Schulz o Schäuble han amenazado con todos los males a los griegos si salía el no. Rajoy se pronunció a favor del sí para hacer caer a Tsipras. Pero no han tenido éxito, lo que demuestra el grado de frustración y hartazgo que existe en un país convertido en laboratorio implacable del austericidio después de años de trampas, corrupción y latrocinio de sus propios gobernantes. Muchos griegos tienen tan poco que perder que están dispuestos a perderlo todo. Habrá que ver cómo asume el Eurogrupo, léase Angela Merkel, el resultado. Si optará por dejar caer a Grecia por la pendiente de la insolvencia, la quiebra y la salida del euro o retomará la vía de la negociación que estuvo a punto de concluir en acuerdo antes de que Tsipras rompiera la baraja. Este debería ser el camino, pero la cuestión griega no es solo económica, sino política, y la tentación de dar una lección al Gobierno de Syriza es muy fuerte. El dúo Tsipras-Varufakis ha salvado el match point pero aún queda mucho partido y Grecia lo tiene muy difícil. Tsipras ha obtenido una gran victoria y cuenta con toda la legitimidad democrática para negociar, pero cometería un grave error si cae en la soberbia. Es la hora de la responsabilidad, la negociación y el acuerdo por el bien de Europa y de los griegos.