La presentación del Estudio nacional sobre la situación laboral de los profesionales del sector TIC, elaborado por el Consejo General de Colegios de Ingeniería en Informática, destaca dos conclusiones que, aunque esperadas, no dejan de ser paradójicas. La primera, obvia, es un porcentaje de ocupación del sector cercana al 95 %, que se une a una demanda insatisfecha superior al millón de profesionales en la UE allá por el 2020. La segunda, es la masculinización del sector, con apenas un 17 % de mujeres, que coincide con las cifras de estudiantes en las titulaciones universitarias tecnológicas en nuestro país.
Las mujeres son en muchas ocasiones una minoría tan reducida que adquieren la categoría de excepción. Pero lo cierto es que la informática también es cosa de chicas. Durante el desarrollo de esta profesión, han sido muchas las mujeres que han jugado un papel crucial, marcando el camino que otros seguirían durante décadas. Tal vez la más conocida sea Ada Byron, hija del poeta Lord Byron, que pasará a la historia como la primera programadora. En homenaje a su figura, el Colexio Profesional de Enxeñaría en Informática de Galicia concede anualmente el Premio Ada Byron, con intención de generar referentes femeninos en el ámbito de la informática entre nuestras jóvenes. Este año, el premio recae en Eva Dafonte, una joven ingeniera en informática gallega que desarrolla su actividad profesional en el CERN.
Hay muchas otras figuras femeninas destacadas en el sector tecnológico: desde Grace Murray Hopper (creadora del primer compilador) o Anita Borg (fundadora del Instituto de la Mujer y la Tecnología) hasta Marissa Meyer (actual presidenta de Yahoo), pasando por figuras como la ferrolana Ángela Ruiz, que allá por los años cincuenta ideó la Enciclopedia mecánica, precursora del tan actual libro electrónico.
Vivimos en nuestros días una auténtica transformación digital de nuestras empresas hacia la denominada economía digital. Muchos negocios se han sumergido en un proceso de evolución para aprovechar las capacidades de Internet y las tecnologías de la información, con un gran impacto, tanto en la economía en general como en el empleo. Muchas de las profesiones tradicionales están ya experimentando modificaciones que solo podrán aprovechar las personas que tengan competencias y habilidades relacionadas con la electrónica y los nuevos modelos de negocio.
Las profesiones TIC tienen un enorme potencial para España en todos sus niveles y constituyen una gran oportunidad para el empleo y una doble posibilidad de creación de riqueza, por su contribución al incremento de la productividad y la innovación. Esta demanda de profesionales TIC altamente cualificados es, además, un excelente motor de igualdad y fomento de la incorporación de mujeres a distintos sectores productivos.
Una sociedad como la nuestra (gallega, española, europea) no se puede permitir el lujo de prescindir del talento de la mitad de su población. Talento que además, como hemos visto, es aplicable a prácticamente cualquier ámbito de actividad profesional (sanitario, educativo, financiero,?), pues la informática es transversal a todos ellos.
Son, por tanto, muy necesarias acciones orientadas específicamente a las mujeres para incidir en estos objetivos y dar respuesta a una de las preocupaciones de las autoridades para aumentar el número de mujeres en las ingenierías en general y en las específicas del ámbito TIC en particular. Celebraciones como la de hoy, Día de las chicas en las TIC, son absolutamente necesarias para poder avanzar en una sociedad más justa, más equitativa y más igualitaria. Está en nuestras manos el lograrlo en el menor plazo posible.
* Fernando Suárez Lorenzo es presidente del Colexio Profesional de Enxeñaría en Informática de Galicia (CPEIG)