¡Qué faena!, ¿y ahora que hacemos en la gala de los Goya?

OPINIÓN

24 dic 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

Así que no eran verdad las razones del lloriqueo de los que han dicho representar al cine español en los últimos 20 años. ¡La insuficiente subvención y la falta de apoyo al cine patrio eran mentira!

Resulta que en 2014, con menos ayudas oficiales, menos inversión obligatoria de las televisiones privadas porque bajaron sus ingresos publicitarios y un IVA en las entradas al 21 % y no el reducido de antes, el cine español ha conseguido los mejores datos de taquilla de toda su historia en términos absolutos, con 123 millones de euros, gracias al tirón de filmes como Ocho apellidos vascos, El Niño, Torrente 5: Operación Eurovegas y La isla mínima.

La Federación de Asociaciones de Productores Audiovisuales Españoles (Fapae) ha declarado en un triunfal comunicado que estos resultados «mejoran en un 75 % las cifras de 2013 y superan el que hasta ahora era récord histórico del cine español: los casi 120 millones logrados en 2012». Y estos frutos económicos discurren en paralelo con un aumento del público, que en 2014 fue un 89 % mayor que en 2013, merced a los 20,8 millones de personas que vieron alguna producción nacional.

Cuatro películas españolas han superado el millón de espectadores en 2014, empezando por Ocho apellidos vascos (56 millones de euros y 9,5 millones de espectadores), el largometraje español con mayor recaudación de todos los tiempos y el segundo en términos generales, solo por detrás de Avatar. Le han seguido El Niño (16,2 millones de euros), Torrente 5: Operación Eurovegas (10,7 millones recaudados), y La isla mínima, todavía en cartel y que ya supera los siete millones de euros. Y Fapae considera como «otros éxitos españoles del año» las películas Mortadelo y Filemón contra Jimmy el Cachondo, Pancho, el perro millonario, Perdona si te llamo amor y Carmina y amén.

«Estas cifras justifican la necesidad de seguir apoyando a nuestro cine como ejemplo de una industria sólida y con muchas posibilidades», ha subrayado Ramón Colom, presidente de Fapae, quien con estas declaraciones ha quitado argumentos a los que cada vez que gobierna el PP convierten la gala de los Goya en un púlpito para los insultos, la mentira y la demagogia.

En cuanto el cine español ha dejado de producir películas para agredir a la mitad de la población que no es de izquierda, o simplemente para vivir de las subvenciones y engañar con la taquilla y otras tretas, nuestra progresía de postín y alfombra roja se ha quedado desnuda y sin argumentos para hacerse notar. Todo ha consistido en hacer cine para que lo vean todos los ciudadanos, sea cual sea su ideología y procedencia; para entretener, y hasta para reírnos de nosotros mismos y nuestros estereotipos, como en Ocho apellidos vascos. ¡Así de fácil!