¡Cielos, la ocupación!

Fernando Ónega
Fernando Ónega DESDE LA CORTE

OPINIÓN

04 dic 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

Según parece (y digo «según parece» porque las consignas y estrategias no se revelan a la opinión pública), el presidente don Mariano Rajoy dio una orden a sus discípulos: «hay que trabajar para ocupar todos los espacios». Es la versión laica del mandato de Jesús a sus apóstoles: «id por todo el mundo y predicad mi Evangelio». El evangelio que manda predicar Rajoy es lo bien que está dejando todo: la prima de riesgo que está en mínimos, el empleo que se está creando, el optimismo de los agentes económicos y todas aquellas bondades que se les ocurran a los nuevos predicadores. Y cuando les habla de «ocupar todos los espacios», quiere decirles que sean como los de Podemos: que estén en todas las tertulias, que accedan a todas las solicitudes de entrevistas, que escriban para los diarios y que inunden los medios de comunicación de presencias del Partido Popular. Compañeros periodistas, estad preparados que viene la ocupación.

Es que se acercan elecciones, ¿sabéis?, y los sondeos no andan como para descuidarse. Cuando el aire huele a urnas, los ministros y demás cargos salen de sus guaridas. Diríase que, a efectos explicativos, han estado hibernando durante tres años. Salían los fines de semana como a tomar aire y se volvían a sus despachos con la satisfacción de haber cumplido su misión histórica de dar un titular y asestarle un zurriagazo al adversario. Con eso cumplían. Ahora el mandato es invadir los medios. Quieren ser como Pablo Iglesias, que conquistó el electorado desde tribunas televisivas. Quieren ser como Pedro Sánchez, que tuvo uno de sus minutos de gloria cuando se le ocurrió llamar al Sálvame. No me extrañaría que algún dirigente del PP apareciese en pelota picada en Adán y Eva o de voluntario en Gran Hermano, que esos también son espacios a ocupar. Y no me extrañaría que crearan comandos de ocupación de Twitter, para hacer trending topic de cada discurso de Cospedal.

Es la liturgia electoral, pero admítanme que fastidia un poco que solo hablen cuando a ellos les interesa, y al decir «ellos» no me refiero solo al PP, sino a todos los demás. Todos proclaman la transparencia como principio, pero se la exigen a los demás, no a sí mismos. Ahora no invadirán los medios para explicar honestamente lo que han hecho o lo que piensan hacer, sino a contar sus películas para seducir al personal. Es decir, quieren practicar una transparencia de mentira porque es solo propaganda. Yo creo que habría que hacerles pasar por caja y que paguen de acuerdo con la tarifa comercial. Bueno, se les podría hacer un descuentillo por aquello del patriotismo y del servicio a la comunidad. O algo mejor: publicación gratuita a quien sea capaz de decir alguna novedad.