Ciertos políticos españoles pertenecen al crimen organizado. Tan criminal fue Al Capone como determinados representantes públicos que perciben millonarias comisiones a cambio de amañar concursos. Criminal es el que comete un delito, con independencia de que este sea de sangre o de guante blanco. Y en cuanto a lo de organizado, está claro que las últimas tramas que están saliendo a la luz están más organizadas que un regimiento prusiano. ¿Quiénes serán los que más rédito saquen de este caos en que España está inmersa? Sin lugar a dudas, los bolivarianos de Podemos. Gente sin experiencia alguna, que indefectiblemente, caso de algún día obtener el poder, nos conduciría a ostentar la condición de Estado tercermundista ubicado en la vieja Europa. Necesitamos una regeneración política urgente en los partidos que Pablo Iglesias llama de la casta. Que sus líderes acaben de una maldita vez con la plaga de la corrupción, pues cada escándalo que aflora, y vamos a uno por día, provoca que los chavistas aumenten notoriamente en su intención de voto. Le están allanando el camino, y parece que ni cuenta se dan. Que Rajoy se deje de pedir disculpas, y tras dar un puñetazo en la mesa, denuncie ante los tribunales a todos los presuntos chorizos del PP. Y tres cuartos de lo mismo Pedro Sánchez.