Defraudados por Hacienda

Laureano López
Laureano López CAMPO DE BATALLA

OPINIÓN

12 oct 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

Hacienda se dejó el corazón en clubes de fútbol a los que perdonó deudas estratosféricas y en propietarios de cuentas pujolianas en Suiza. ¿Quién es Tomás López? Qué más da. Se le embarga y punto. Nada importa que se trate de los 39.000 euros que el seguro le adelantó como compensación por la muerte incompensable de un hijo de 20 años en Angrois. Así de triste. No hace falta escuchar a las ¿autoridades? sanitarias estos días para ver que algo falla en este país, y a todos los niveles: antes de descubrir, gracias a una noticia en este periódico, la exquisita sensibilidad de Hacienda con Tomás López, descubríamos otras sensibilidades sobre Angrois: la incompetencia tiene premio, y se llama ascenso. Puro sentimentalismo, también. El lema Hacienda somos todos significa en realidad que el concepto todos va por la gente corriente. Tomás López, eso está claro, tiene que cumplir con sus obligaciones tributarias como todo hijo de vecino, pero no era necesario practicar con él un descabello. Lástima que la deuda de este hombre fuera de 242.000 euros, y no de 242 millones. De ser así, a lo mejor estaba salvado, pero no tiene dinero y debe poca cosa para las cifras que maneja el Estado. A Tomás López le ingresaron parte de la indemnización por la muerte de su hijo y se convirtió en el embargado perfecto: un hombre corriente y roto sin poder. Si en lugar de un ser humano Tomás López fuera una sociedad anónima deportiva de las de hace cinco años no se portarían con él como se han portado. Qué menos que todos, porque todos somos potenciales Tomás López, nos sintamos hoy muy tristes, enfadados, defraudados por Hacienda.