Los ninis ya son ejército en España. La palabra se ha ganado un sitio en el vocabulario patrio a fuerza sumar miles y miles de nombres a la lista de los que están en el limbo. Pero tranquilos. El limbo ya no existe. Y el ministro Wert aclaró que las cifras del informe de la OCDE solo se deben a que hay jóvenes que buscan trabajo y no lo encuentran. Así de simple. Ya pueden respirar tranquilos el Gobierno central, el BCE y el Ibex 35. La cosa parecía más grave. Son cifras amarillistas. Los chavales están buscándose la vida, que es lo que toca a su edad. Que no se agobien porque, según el titular de Educación, la formación les garantizará un empleo. ¿En qué plazo y qué tipo de trabajo Pues tampoco habrá que entrar en detalles de ingenieros que encuentran su sitio tras la barra de un bar o de desempleados de larga duración que hallan su lugar delante de la barra del mismo bar.
Si, por otra parte, escandalizan también los índices de abandono escolar, la solución es más sencilla de lo que parece. La secretaria de Estado de Educación, Montserrat Gomendio, recomendó a los padres preguntar a sus hijos cómo les va en el colegio, así los alumnos mejorarán su rendimiento en las aulas. Quizás habría que añadir que convendría darle una taza de chocolate caliente a los niños y un relaxing cup of café con leche a los universitarios. El secreto de la felicidad está en las cosas sencillas. Puede que por eso mismo Gomendio en su día lanzara el globo sonda de sustituir las becas por préstamos privados que los estudiantes tuvieran que devolver progresivamente.
En todo caso, que no cunda el pánico. Que la Lomce ya está aquí. La enésima ley educativa, de esas que lo cambian todo para que todo siga igual.