El mismo organismo que ha estado predicando a favor de la devaluación salarial y de un ajuste fiscal que nos llevaron a una tasa de paro del 25 % (solo comparable a la del éxito griego, dos veces y media la de los países de la UE 28 o de la OCDE) parece sorprenderse de que la población española con estudios superiores tenga una tasa de paro del triple que esos mismos países. La conclusión es una perogrullada que los tertulianos usarán para poner en solfa nuestra enseñanza superior y no el austericidio del bombero pirómano: «Esos niveles de estudios no reducen el riesgo de desempleo como en otros países». Pero ese riesgo no depende de la oferta educativa. Pues mientras la tasa de empleo media en España es del 58,6 %, para los que tienen educación superior alcanza el 74,1 %; y mientras la tasa de paro media es del 25 %, la de los universitarios es del 15 %. Ese mayor riesgo de desempleo está vinculado a una demanda insuficiente por parte de nuestras empresas que, en el mejor de los casos, los contrata como precarios sin cualificar.
El pasado día 24 desde este diario se nos informaba que Noelia Martínez Rey en unos días empezaría a trabajar en la Agencia Espacial Europea (ESA), que tiene su sede en Holanda. Tras haberse titulado en Ingeniería Industrial en Electrónica y Automatización en junio, se nos dice que Noelia afronta este nuevo proyecto con mucho entusiasmo, aunque cuando se le pregunta: -¿No encontró prácticas en ningún sitio en España?, su respuesta es: -Ni ofreciéndome a trabajar gratis. De manera que o precarios sin cualificar o emigrantes.