De «Di-egos»

César Casal González
César Casal CORAZONADAS

OPINIÓN

05 ago 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Los dos se llaman Diego. Todavía sus vídeos siguen arrasando con esos virus infinitos de la Red. Diego Armando Maradona pasó por Tele Sur para comentar el mundial y no dejó indiferente a nadie. Diego el Cigala pasó por El hormiguero y, en una semana, el vídeo de ese paso del huracán flamenco por la televisión superó el millón de visitas. Los dos responden a su nombre y tienen un ego enorme. Pero es ese ego a prueba de críticas el que los hace tan especiales. Necesitamos estos personajes al borde de todo. Los necesitamos cuando cada vez más la actualidad y la sociedad parecen sacadas de una fotocopiadora. Todo es demasiado igual. Todo suena a parecido. A ya visto. Hasta que irrumpen Maradona defendiendo el mordisco de Luis Suárez o Diego el Cigala diciendo que el flamenco no es más que un estado de ánimo. La vida es un estado de ánimo, no un estado de sitio, como nos quieren vender. Ahora que lo quieren regular todo. Ahora que nos quieren controlar hasta las vacaciones con la pulsera en la muñeca como si fuésemos presos. Nos creemos más libres que nunca con la pulsera, pero solo somos copias de millones de pulseras. No hay un solo ser humano corriente. No. Lo único que necesitamos es pulsar el talento con libertad. Sin cortarse. Precisamos la ficción. Nuestra vida puede ser ficción, no carne de prisión. Se puede vivir limitado o vivir al límite sin caerse. Se puede.