Sic transit gloria mundi

Ignacio Bermúdez de Castro
Ignacio Bermúdez de Castro PASOS SIN HUELLAS

OPINIÓN

07 jun 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Visto lo que le ocurrió a Enrique López, podemos decir sin dejar lugar a dudas que la gloria es efímera. El juez que, siempre de la mano del PP, ascendió de un juzgado de instrucción de León a magistrado del Tribunal Constitucional, pasando por la portavocía del Consejo General del Poder Judicial, ha caído en desgracia. La culpa de que eso haya ocurrido no ha sido porque se hubiese tomado unas copas en una noche de sábado. Para nada. Lo que no resulta de recibo es que quien ostentaba semejante cargo en el sistema jurisdiccional español no haya tenido la prudencia de pedir un taxi para regresar a casa, y por dicho motivo lo haya interceptado la policía municipal matritense circulando con su moto sin casco, saltándose un semáforo en rojo, y cuadruplicando la tasa de alcoholemia permitida. Amén de que, según los agentes, hizo gala de una conducta que puede ser considerada como negativa a realizar la oportuna prueba de alcoholemia. Él más que nadie debería haber dado ejemplo. Si quiere juerga, es muy libre de tenerla, pero sin poner en peligro vidas ajenas. Y por mucho que dijera, no hay circunstancias personales que justifiquen su comportamiento. Es injustificable. Eso sí. Cuando menos tuvo la decencia de dimitir en un país donde dicho verbo no se conjuga.