«Real Politik»

OPINIÓN

15 mar 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Me asusta lo que está pasando en Europa. Al lío de Ucrania se suma el auge del populismo entre nuestros políticos y la dificultad de someter al imperio de la ley a los actuales global players económicos. En este contexto nada halagüeño, es una simpleza -una temeridad- no tomarse en serio las próximas elecciones europeas. La construcción de Europa exige responsabilidad a los políticos y al conjunto de los ciudadanos. La cuestión es que una democracia solo funciona sobre la base de una sólida ciudadanía. Esto explica, por ejemplo, que la primavera árabe haya sido más bien el sueño de una noche de verano. Y sigue siendo en buena medida una asignatura pendiente entre los europeos, por más que tengamos todos los mecanismos formales de la democracia (como la pluralidad de partidos, el Parlamento Europeo, etc.). Es necesario, de una vez por todas, sustituir el modelo de las relaciones de poder por otro basado en la cooperación y la solidaridad. Es indispensable abrazar con renovado vigor y comprometerse con los grandes ideales de una Europa unida, como son el de la dignidad de la persona, el profundo sentimiento de justicia y libertad, de laboriosidad, el espíritu de iniciativa, de amor a la familia, de respeto a la vida, de tolerancia y de deseo de paz. Solo así el futuro no estará dominado por la incertidumbre y el temor, y Europa se abrirá a un nuevo período de progreso.