A sistí recientemente a la conferencia del embajador de Panamá sobre el tema del canal, que me interesó por haberlo cruzado cuatro veces a bordo del buque escuela Elcano. Nos explicó que fue Carlos V el primero que tuvo la idea de unir los dos océanos, pero que no pasó del proyecto. El canal consiste en unas esclusas de entrada para elevar el barco hasta el nivel del lago Gatoon. Contemplando las preciosas orillas tropicales, se navega luego por este lago durante unas 24 horas a 10 nudos, para llegar al otro lado y, por medio de las esclusas de salida, volver a poner el barco a nivel del mar. Panamá recibe un 4 % de su PIB gracias al canal actual. Es un país que crece al 10 %, el que más de Iberoamérica. Pero el nuevo canal va a triplicar el tráfico mercante con más de 8 millones de contenedores al año para 144 rutas marítimas de 80 países. Ello supone para Panamá duplicar su riqueza y convertir al país en un centro logístico neurálgico intercontinental. Unirá puertos de Europa con los de Asia y América-Pacífico, con 14.000 buques anuales. El nuevo canal, con capacidad para los grandes portacontenedores, es para Panamá el gran proyecto estratégico. Así Sacyr, con una inversión de 5.290 millones de dólares, tiene en sus manos el futuro de esa grandiosa obra, pero también el prestigio de la marca España.