Trabajar unidos por el futuro

Fernando Alcalde EL NAVAL EN LA ENCRUCIJADA

OPINIÓN

01 dic 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

L os astilleros privados gallegos nos encontramos ante uno de los momentos más preocupantes e importantes de nuestra existencia debido al riesgo de desaparición por la falta de carga de trabajo a corto plazo. Si durante el primer semestre del próximo año no se produce la puesta en vigor de alguno de los contratos que se están negociando, más de uno, desgraciadamente, tendrá que echar el cierre de manera irremediable. Otros podrán resistir algo más, a la espera de una ansiada mejoría que parece entreverse en el horizonte gracias a la creciente entrada de consultas que poco a poco nos van haciendo llegar los clientes y armadores. Pero este largo período de baja o nula actividad está dejándonos sin el enorme e importante capital humano y sin el know how que atesorábamos tanto los astilleros como nuestra excelente industria auxiliar, sin las personas que han aportado gran riqueza y conocimiento a nuestro sector y a nuestra tierra.

En general, los astilleros gallegos somos altamente competitivos, como hemos demostrado durante muchos años a base de trabajo de investigación e innovación y orientación de nuestros negocios hacia nuevos mercados con alto contenido tecnológico, lo que nos ha permitido alcanzar una posición fuerte y gran fama a nivel mundial, tanto por niveles de calidad de construcción como por tiempos de construcción, a unos precios razonables.

Es por ello que, a pesar de los varapalos recibidos durante los dos últimos años y de la decisión de la Comisión de la Competencia sobre el tax lease, estamos llevando a cabo una labor comercial sin precedentes y las peticiones y consultas de ofertas vuelven a estar encima de nuestras mesas. Pero nos falta el acompañamiento de esquemas de financiación atractivos.

La reciente inversión de Pemex en Astilleros Hijos de J. Barreras es observada por todos nosotros con una gran esperanza. Confiamos en que esta nueva situación pueda devolver la confianza perdida por inversores y clientes debido a la falta de seguridad jurídica producida por los acontecimientos recientes.

Las factorías de Navantia en Ferrol han mantenido hasta ahora su actividad y productividad gracias a su bien ganada fama de centros de referencia mundial y creemos que esta situación debe continuar y ampliarse a nuevos nichos de mercado de los grandes buques. Además, confiamos en que el final del veto europeo a las nuevas construcciones permita a Navantia posicionarse en los nichos de negocio en los que históricamente había sido puntera y se actualice rápidamente hacia los nuevos retos offshore y de todo tipo que van surgiendo constantemente.

Tanto la posibilidad abierta por Pemex para construcción de un flotel como el caso de los gaseros podrían ser el punto de partida para el regreso de las factorías de Navantia al mundo de las nuevas construcciones de forma inmediata. Están tan preparados para las exigencias tecnológicas requeridas a este tipo de buques como cualquier astillero coreano o japonés. Desconocemos las razones que están impidiendo la obtención de los tan ansiados contratos, pero hay que exigirse en encontrar una vía que lo solucione y ello es una labor que los departamentos comerciales y las diversas direcciones del organismo público han de estudiar profunda y urgentemente.

Lo tenemos muy, pero que muy difícil, pero no imposible.

Fernando Alcalde es Presidente de la Asociación Clúster del Naval Gallego.