El escándalo del espionaje

Gonzalo Parente VENTANA AL MUNDO

OPINIÓN

05 nov 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Todo empezó con las revelaciones de Snowden, antiguo colaborador de la NSA, sobre el espionaje a líderes europeos, especialmente a Merkel, pero también a políticos españoles. Lo que llama la atención es: ¿España por qué? Así, nuestro país aparece entre las grandes potencias europeas objeto de atención, para que la primera potencia mundial quisiera saber lo que piensan sus líderes. En este asunto existen dos planos de observación: el ético y el estratégico. Dejando a un lado la conducta de los que pinchan los móviles de amigos y aliados, vayamos a los motivos que tiene EE. UU. para conocer el trasfondo político de algunos dirigentes españoles. Hay, a mi juicio, varias razones de carácter estratégico. Primero, España, desde hace muchos años, es un aliado fiel de EE. UU., que ha puesto en nuestro país el interés euromediterráneo para la defensa y seguridad norteamericana. Lo demuestra la aceptación, por el Gobierno anterior, para situar en Rota una parte importante de la defensa antimisiles, además de autorizar en Morón el despliegue de un contingente importante de marines, para actuar en África contra los yihadistas del Sahel. Por otro lado, la lucha contra el terrorismo se ha visto apoyada por los órganos de inteligencia estadounidenses. Lo nuevo es descubrir que existe un grupo de inteligencia llamado «cinco ojos» (EE. UU., Reino Unido, Canadá, Australia y Nueva Zelanda) que espían y se comunican la información entre ellos. En ese grupo deberían estar también los europeos. A Obama lo amenazan con que la desconfianza perjudica el Acuerdo para el Tratado de Comercio Trasatlántico.