R ajoy está metido en un charco del que no le va a ser fácil salir. Por eso guarda silencio. La ausencia de explicaciones del presidente del Gobierno a las graves implicaciones del caso Bárcenas no obedece a ese supuesto uso inteligente de los silencios que, dicen, Rajoy maneja como nadie. Más bien parece que se debe a que cada explicación que ensaya el PP acaba por enredarle aún más. La difusión de unos SMS que el extesorero se guardó para, se supone, usar si venían mal dadas revelan que Rajoy no estaba del todo fuera del tema incluso después de saberse de las cuentas millonarias en Suiza. «Luis, sé fuerte», anima el presidente a quien manejó dineros y sobres del PP durante veinte años. El portavoz popular afirma que las andanzas del presidiario le «preocupan cero», lo que en verdad quiere decir que no hay nada que les inquiete más. Porque el charco es, en realidad, un pringoso lodazal.