Habla letón, ruso, inglés y algo de alemán. Y se hace entender bien. En la efervescencia del Roland Garros, en plena zona noble de la temporada, Ernests Gulbis cargó contra los cuatro genios de la raqueta. Gulbis es hijo de un empresario con mucho dinero. A veces viaja en el jet privado de su padre. Y cree que Federer, Nadal, Djokovic y Murray son aburridos para el deporte de la raqueta. Se refiere a la hora de hablar. Porque es evidente que sobre la pista son cuatro fenómenos. «En el tenis actual no hay carácter. Respeto a Roger, Rafa, Novak y Murray, pero creo que los cuatro son jugadores aburridos. Sus ruedas de prensa lo son». Tal vez Gulbis tira contra ellos porque esta eterna promesa sigue siendo promesa. A pesar del talento, el letón no acaba de colarse entre los mejores. Y, a falta de resultados (apenas cuatro torneos ATP de los pequeños), buenas son declaraciones. Dicen algunos que el problema de Gulbis no es su revés a dos manos. Es que le gustan las dos pistas, la de tenis y la de baile. Él reconoce que el sacrificio al que se sometió Djokovic, al que conoce desde los trece años, le vendría bien. «Novak no tiene grasa. Es rápido, ágil y todo eso. Pero no es el jugador de más talento». Es una pena que el talento tampoco llegue cuando el sudor no lo frecuenta. El domingo lo fulminó Verdasco en el verde de Wimbledon.