El cine de Haneke

César Casal González
César Casal CORAZONADAS

OPINIÓN

01 jun 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Es un príncipe de las imágenes en blanco y negro. Ahora es también Príncipe de Asturias de las Artes. Rueda con un estilo que solo puede llevar su firma. Cuenta la violencia para repudiarla. Sus películas jamás dejan indiferente. A veces hay que ser un valiente para enfrentarte a ellas. Buscan el desasosiego con tanto acierto que son temibles. Porque a veces es difícil abrir los ojos y no herirte con la realidad más desnuda. La cinta blanca es una obra maestra. Pero ¿cuál de sus películas no lo es? Michael Haneke nació en Múnich, pero es austríaco de la cabeza a los pies. Es hermano de la frialdad brutal de la prosa soterrada de Thomas Bernhard, pariente de la prosa hiriente de Elfried Jelinek (la adaptó al cine) e íntimo incluso de la prosa distanciada de Peter Handke. El fallo del jurado no ha fallado en su definición del motivo del galardón. Se le premia por iluminar y diseccionar los aspectos más sombríos de la existencia, como la violencia, la opresión y la enfermedad. Y ¿qué aporta? En esos escenarios sombríos logra abrir espacios a la persistencia consoladora del amor, la confianza y el compromiso. Haneke es un creador muy europeo. Y se agradece este premio, ahora que la idea de Europa está siendo dinamitada.