Las sombras

Gonzalo Ocampo
Gonzalo Ocampo EL RETROVISOR

OPINIÓN

03 may 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

En el informe institucional Siniestralidad vial 2011, último publicado, se advierte que casi todos los indicadores de la accidentalidad en las carreteras mejoran estatus anteriores. Casi todos, porque las cosas no son tan favorables para los peatones, puesto que el porcentaje de los fallecidos en el tráfico, sobre el total de víctimas mortales, se mantenía en un 15 % entre los años 2001 y 2007, para aumentar hasta el 16 % en el 2008, al 17 % en el 2009, al 19 % en el 2010 y al 18 % en el 2011. Sorprende que en la relativa bonanza venga a ser excepción el más desvalido de los usuarios, más aún cuando en los dos años últimos las intensidades medias de circulación disminuyen hasta un 15 % en relación con el período anterior. Hay que admitir una mayor displicencia en el respeto a las normas, quizá generalizada, pero claramente manifiesta en calles y carreteras. ¿Será acaso que la ciudadanía siente un radical desencanto ante un cierto grado de frustración social en el que las quiebras morales comienzan en áreas políticas responsables del buen gobierno de la cosa pública? No advertimos otras razones.