El norte de Lugo

Pablo Mosquera
Pablo Mosquera EN ROMÁN PALADINO

OPINIÓN

04 abr 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Hubo tiempos en los que se hablaba de la esquina verde de España, y así nos iba. De ahí que haya razones para esgrimir el argumento de la deuda histórica con Galicia, sobre todo si nos acordamos de aquella maldición sobre la presencia de los gallegos hasta en la Luna. Fruto de la pertinaz emigración, mientras vascos, madrileños y catalanes tenían trabajo para campesinos y marineros del cabotaje.

Hubo un tiempo en que se creía que la mar solo bañaba a Pontevedra y A Coruña. Dicho de otra manera, los de la antigua provincia de Mondoñedo, que limitamos al norte con Inglaterra mar por medio, ni estábamos, ni se nos esperaba.

Pero el mundo se hizo más pequeño, sin fronteras para el conocimiento. Descubrieron la costa más al norte de la península ibérica. La Galicia de Cunqueiro, Manuel María, Pardo de Cela y su leyenda del puente del pasatiempo.

Incluso Burela y Celeiro se convirtieron en puertos pesqueros capaces de competir con los bermeanos, ondarreses y guipuzcoanos en la costera del bonito.

Y llegó la factoría del aluminio, entre Xove y San Cibrao. Tan rentable que en 1997 formó parte del paquete de industrias que dieron liquidez para poder cumplir las condiciones de entrada en la Europa del euro. ¡Maldita sea!

Lo malo es que a una comarca, antes provincia, en tiempos antigua diócesis de Britonia con sede en San Martiño, le creció la población, y los derechos ciudadanos de estos nuevos y viejos ciudadanos gallegos necesitaron equipamientos y servicios sanitarios, educativos, sociales.

No se podía consentir que para cualquier enfermedad, diagnóstico y tratamiento, tuvieran como cita la ciudad romana de Lugo. Y así nació una comarca mariñana con trabajo, factorías, polígonos industriales, Hospital da Costa en Burela, institutos de enseñanza, incluso pendientes de un corredor terrestre que nos comunique con los centros logísticos del desarrollo.

Por estas razones, no tiene sentido retroceder en el tiempo. Llenar el hospital y las clínicas de Lugo con habitantes del norte. Téngase en cuenta que un hospital es servicio público esencial y la primera fuente de empleo estable con salarios dignos. Tales condiciones son más sensibles si la factoría de Alcoa no pasa por su mejor momento.

Se están modificando derechos y creando incertidumbre en la estabilidad económica y laboral del norte de Lugo.