Catadura moral

Ernesto Sánchez Pombo
Ernesto S. Pombo EL REINO DE LA LLUVIA

OPINIÓN

13 feb 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

No se lo merecen. Ni el empresario que no pega ojo cavilando cómo va a pagar las nóminas, ni el que levanta la persiana a las seis de la mañana, ni el que acude al psiquiatra porque la crisis lo está destrozando. No se merecen estos empresarios que los representen profesionales de conductas sospechosas y propuestas estrafalarias. No se merecen que hablen en su nombre.

El empresario español tiene mala suerte con sus representantes en las organizaciones profesionales. Parecen repletas de aprovechados que buscan su lucimiento personal y su rendimiento empresarial a costa de los honestos. De quienes colocan a media familia y utilizan la institución como púlpito. De cuantas personas conocí a lo largo de mi vida nunca me hice una opinión tan exacta y en tan poco tiempo como del concuñado de Díaz Ferrán, también llamado Arturo Fernández. Una opinión exacta y real, por cierto, como el tiempo ha demostrado. No engaña.

Ahora que tanto se habla del papel de los sindicatos convendría poner sobre la mesa las conductas de los responsables patronales. Aunque ya lo hizo en el XIX Nietzsche cuando escribió Así habló Zaratustra y hablaba de la mansedumbre, de los honestos y de los señores de escasa catadura moral.