Rubalcaba

Carlos G. Reigosa
Carlos G. Reigosa QUERIDO MUNDO

OPINIÓN

29 oct 2012 . Actualizado a las 06:00 h.

Los socialistas que le piden a Alfredo Pérez Rubalcaba que cambie su política de oposición al Gobierno son los mismos, creo, que quieren relevarlo al frente del PSOE. Lo malo para el futuro de este partido es que en esta lista figuran una buena parte de los perdedores que acumuló el partido en los últimos tiempos, desde el madrileño Tomás Gómez, arrasado por Esperanza Aguirre, hasta la ambiciosa Carme Chacón, derrotada por el propio Rubalcaba en el congreso del PSOE en Sevilla.

Cierto que antes hubo un tiempo de invictos. Recuerdo cuando se reunieron en la Moncloa el entonces presidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero y el secretario general del PSM, Tomás Gómez, para decidir el candidato socialista a la presidencia de la Comunidad de Madrid. Dicen las crónicas que Zapatero, tras apostar por Trinidad Jiménez y observar que Gómez no se plegaba a una propuesta que consideraba irrechazable, le dijo: «Piénsatelo, Tomás, y ten en cuenta que yo no he perdido nunca una elección interna». El secretario general de los socialistas madrileños le respondió: «Siempre hay una primera vez, presidente». ¡Qué tiempos aquellos de egos invictos! Nada les impedía mirar al futuro sin temor.

Lo que vino después es sabido. Los tiempos cambiaron y muchos de estos líderes dejaron de ser invictos. Sin embargo, la mayoría (con la obvia excepción de Zapatero) siguen impávidos al frente de sus organizaciones, tal que si nada hubiese ocurrido, y miran con recelo a Rubalcaba como si fuese el responsable de la indecisa situación del PSOE. No se dan cuenta de que su ayer aún está demasiado cerca, y la memoria ciudadana, con ser mala, no lo es tanto. ¿Quién no recuerda a políticos que aparecían casi siempre detrás de la aspirante Chacón y que ahora parecen decididos a pescar en río revuelto?

Sin duda, un día llegará la hora del relevo de Rubalcaba, pero espero que se demore y que el sucesor salga de las filas socialistas menos contagiadas por la frivolidad y el radicalismo. Rubalcaba, Blanco y otros líderes socialistas son hoy indispensables. Luego, el tiempo pondrá a cada uno en su lugar y permitirá elegir o reelegir con acierto.