El hobbit es Tolkien

César Casal González
César Casal CORAZONADAS

OPINIÓN

23 sep 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

Nunca lo negó. Siempre se vio como un hobbit. Como uno de esos habitantes de la Comarca que salieron de su mente. Una mente tranquila y ordenada, amante de las lenguas. Tolkien era el típico profesor de Oxford. Pasaba el tiempo entre los libros y su familia. El único capricho que se daba era los chalecos de colores, como los hobbits. Y fumar en pipa. Viajó poco con el cuerpo, salvo cuando fue reclutado y soltado en medio de la terrorífica batalla de Somme en la Primera Guerra Mundial. Imágenes de terror que no olvidaría nunca y que están en esos orcos y en las disputas de sus libros. El viernes se cumplieron 75 años de la publicación de El hobbit, un libro que Tolkien empezó como cuento para sus hijos. Y que a los tres meses ya tuvo que ser reeditado en Inglaterra. Tolkien, además de un entrañable hobbit capaz de crear y recrear un mundo sin salir de su sofá, es hoy una máquina de hacer dinero. Así es que Peter Jackson convertirá las 315 páginas de El hobbit, el antecedente de El señor de los anillos, también en tres películas. Repetirá la operación que le llevó a los Oscar y a batir récord. Ya se conocen un par de adelantos y la pinta es estupenda. «En un agujero en el suelo, vivía un hobbit».