La marca Santa Teresa

Ramón Irigoyen
Ramón Irigoyen LÍNEA ABIERTA

OPINIÓN

20 ago 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

En un municipio de la sierra madrileña, al noreste de la provincia, hay una urbanización que, en un letrero descomunal, invoca el nombre de «Sta. Teresa de Ávila», y no «Santa», con todas las letras. Un herbolario de esta urbanización también se encomienda en el letrero de su tienda a «Santa Teresa de Ávila». Y, en la urbanización, hay una calle dedicada a Fontiveros, el pueblo natal de san Juan de la Cruz, que, junto con Teresa de Ávila, reformó la orden de los carmelitas. Al leer este letrero me pregunto cuántos establecimientos y productos comerciales hispánicos, y de las dos orillas del océano, se benefician del nombre de la santa para incrementar sus negocios.

El próximo 24 de agosto se cumplen los 450 años de la apertura, en Ávila, del convento de san José, la primera de las 17 fundaciones que los carmelitas descalzos le deben a Teresa de Ávila. El papa ha concedido el jubileo a quienes visiten este convento. El alcalde de Ávila ya expresó su alegría porque el viaje para ganar el jubileo va a incrementar el turismo. ¿Y qué es un jubileo? Como decía el catecismo del padre Astete, eso no me lo preguntéis a mí, doctores tiene la Santa Madre Iglesia que os lo sabrán responder.

Y una segunda pregunta: ¿saben los actuales doctores de la Iglesia, que andan ya un poco justos de latín, lo que es un jubileo? Y yo responderé lo mismo: eso tampoco me lo preguntéis a mí. Preguntádselo a Bob Dylan, que luego, a su vez, se lo preguntará al viento, que es el que más sabe de esto.