Accidentes y analgésicos

Gonzalo Ocampo
Gonzalo Ocampo EL RETROVISOR

OPINIÓN

08 ago 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

En las notas informativas oficiales de carácter periódico -por semana, por mes, por operaciones especiales o por años- acerca de la accidentalidad en el tráfico español, se ha impuesto un modus operandi que consiste en señalar, primero, el número de accidentes mortales y de personas muertas y heridas resultantes de ellos.

Después, con más énfasis en estos años bonancibles -si cabe decir así- en los que la seguridad vial ha mejorado notoriamente, se explicarán por la vía del porcentaje las variaciones que se hayan producido entre iguales lapsos de tiempo de uno y otro año. Y no es en modo alguno un torpe modo de información, por cuanto las valoraciones a las que se llega, casi siempre positivas, pueden servir como estímulo para el común de los usuarios. Se exhibe primero la herida y se aplica, después, la consiguiente analgesia.

Lo negativo, al hilo de los datos que ofrece la actualidad del tráfico, consiste en conocer que desde el comienzo de este año 2012, más de siete centenares de personas se han dejado la vida en las carreteras españolas. Como es negativo el hecho de que Galicia haya sufrido ya en estos días iniciales de agosto su singular maleficio, tal es la muerte de un joven de 18 años, viajero de automóvil de turismo, en accidente que tiene efecto a horas de madrugada de un sábado y en carretera convencional, al retorno de fiesta local y muy cerca ya del lugar que sería término de su viaje. Es la misma historia de siempre y hasta con iguales secuencias.