28 feb 2012 . Actualizado a las 07:00 h.
Noches alegres, mañanas tristes... Tras los excesos y el despilfarro en obras sin sentido (aeropuertos sin vuelos, infraestructuras culturales...) hay que apretarse el cinturón. Por si los ciudadanos no tuvieran bastante con sus deudas, ahora tienen que sufrir las consecuencias de la mala gestión de la Administración. Ya hace tiempo que abonan más IVA, ahora tendrán más IRPF, y lo que vendrá por delante para cuadrar las cuentas públicas del 2012...
Pero ya que asumen, también deberían exigir: de un lado, que las instituciones públicas no gasten ni un euro que no esté plenamente justificado, y de otro, que los responsables del despilfarro paguen por su mala gestión.