Crisis show

Fernanda Tabarés
Fernanda Tabarés OTRAS LETRAS

OPINIÓN

12 feb 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

Cáritas acaba de subirse a una pasarela. El diseñador Francis Montesinos presentó en la reciente semana de la moda de Madrid unos abrigos confeccionados con las mantas con las que la organización asistencial cubre la miseria. Cuando los cobertores sirven para calentar la estrechez vital de los desheredados cuestan seis euros. Barnizados con la trampa superficial del glamur, varios cientos. Es una forma sorprendente de incorporar I+D a la crisis, o de introducir en la lavadora del espectáculo las penurias de miles de personas que no tienen ni una triste manta que llevarse a la cama. Hay algo obsceno, casi repugnante, en la frivolización de la indigencia. Cuando se desenfoca el infortunio para convertirlo en un show se rompe el pacto de humanidad que debería ser intocable en una sociedad que aspira a la justicia y a la igualdad de oportunidades. La cegadora luz que enfoca una pasarela convierte las mantas de Cáritas en suntuosos cobertores, pero en esa metamorfosis todos nos dejamos algo.

El juego de Montesinos podría culminar con un epílogo brutal. Una estupenda señora ataviada con un cáritas-abrigo ignora a un indigente que amortigua su necesidad sobre la acera con la tosca protección de la misma manta. Una metáfora de este extraño mundo, en el que el mismo objeto solo vale en función de quien lo porta. Una desasosegante imagen que demuestra que la solidaridad es muchas veces superficial y vanidosa. En la imagen de la señora y el mendigo la dignidad está más en el suelo, pero esta maldita crisis podría ser todavía peor si convertimos a los deprimidos en un espectáculo que fotografiamos sobre una pasarela.