Pasan los años. Nuevas carreteras y antiguos peajes. Olas de incendios y crepitar de temporales. Trenes con retraso. Mareas negras que no iban a llegar combatidas a mano. Desarmes y armadores. Emigrantes y retornados. Pantalones de campana. Campanas de Bastavales. Guerras mundiales, batallas locales. Soldados sin rostro. Soldadores buscando un anclaje. Generaciones perdidas y narcos encontrados. Los vientos del Hortensia. Los humos del Urquiola. Fuegos en Compostela. Nieve en Pedrafita. Principio en Fisterra. Final en Buenos Aires. El penalti de Djukic. El gol de Donato. Pasaron y el Hai que roelo. Rianxeira en Europa. Centenariazo en Madrid. La boina, el birrete. Fraga y Carrillo. Bin Laden, Gandhi, Obama. Pepito Mendoza. Amancio y Luis Suárez. Viajes mar adentro. Sampedro de guardia en las puertas del infierno. Plató de cine para Almodóvar. Cuerda para Cuerda. Feísmo embelesado. Altas torres caídas y una torre coronada. La infamia del 11-M sin edulcorante. Divididos por el Muro. Unidos por la muralla. Del lazo azul al fundido en negro. Estados a golpes y golpes de Estado. El zapatazo de Beiras. Zapatones un millón de veces revelado. Inviernos de crisis. Mil relatos de verano. Primaveras árabes. Otoños de patriarcas propios y ajenos. Vacas locas en aldeas cuerdas. Cuotas lácteas, mares de pescado. Redes sociales y lejanos caladeros. Reconversiones reconvertidas. Carrexos e indignados. El joven Picasso, los viejos complejos. Palabras. Letras de Cunqueiro. Líneas de Casares. Murguía. Otero Pedrayo. Pardo Bazán. Camba y Castelao.
La Voz cumple 130 años. Pasan los días. Quedan las páginas. Más de 130.