Inglés en casas rurales

Celso Currás
Celso Currás NUESTRA ESCUELA

OPINIÓN

12 ene 2010 . Actualizado a las 11:59 h.

De excelente puede calificarse el proyecto de inmersión en inglés en casas de turismo rural y pequeños hoteles, que la Universidade de Vigo, con ayuda de la Xunta, va a llevar a cabo a partir del próximo mes de febrero. En dichos establecimientos se organizarán cursos de fin de semana para colectivos profesionales, con grupos reducidos de alumnos. Tendrán lugar en un entorno agradable, de inmersión lingüística plena, con buenos profesionales, metodologías eficaces y nuevas tecnologías. Iniciativas de este tipo son las que necesita nuestro país, en el que cada día se echa más en falta el dominio de lenguas extranjeras, especialmente del inglés. En el ámbito educativo hemos avanzado mucho en los últimos años, con la anticipación de la enseñanza de este idioma a la etapa de educación infantil, la reducción del número de alumnos por clase y, sobre todo, los intercambios de estudiantes y profesores con otros territorios o la impartición, íntegramente en inglés, de algunas materias. El objetivo ha de ser ahora, con los nuevos proyectos de la Xunta, situarnos a la altura de la mayoría de los países vecinos, en los cuales, al final de la enseñanza secundaria, los alumnos se comunican perfectamente, como mínimo en una lengua extranjera. No tienen tantas facilidades los profesionales que no están en el sistema educativo, a pesar de que cada día necesitan más el dominio del inglés. Las oportunidades para aprenderlo con eficacia son escasas, caras y difíciles de compatibilizar con un trabajo. Además, las metodologías tradicionales han resultado ineficaces y otros medios, como por ejemplo la televisión, tampoco han contribuido a ello: en España, todas las películas extranjeras están dobladas al castellano o a las otras lenguas oficiales, mientras que en otros países se mantienen en la lengua original. Actitudes negativas, miedos y prejuicios a la hora de lanzarse a hablar e incapacidad para el autoaprendizaje han sido obstáculos insalvables para dominar un idioma. Por ello resulta especialmente interesante y oportuna la propuesta de la Universidade de Vigo. Se parte de la motivación que supondrá combinar estudio y ocio, con cursos adaptados a las necesidades de cada profesión y, sobre todo, permitiendo solamente la utilización del inglés. Con esta inmersión plena, con profesorado bien cualificado y en unos lugares encantadores, los resultados deben ser positivos y servir de precedente. Las universidades gallegas cuentan con buenos recursos para la enseñanza de idiomas y el número de alumnos en estos estudios no ha dejado de descender. Sería muy rentable aprovechar estas circunstancias.