El GPS distrae

| RAMÓN IRIGOYEN |

OPINIÓN

18 jul 2007 . Actualizado a las 07:00 h.

LA DIRECCIÓN General de Tráfico (DGT) parece que lee en sus ratos libres El criterio -un libro filosófico, del padre Balmes, que hizo furor en el siglo XIX- y por eso hila tan fino en el terreno de la lógica. La DGT acaba de descubrir una contradicción en la legislación: mientras está permitido programar el localizador por satélite GPS con el coche en marcha, aunque el conductor puede distraerse; sin embargo, hablar por el móvil, que puede causar un despiste similar a manipular el GPS, se sanciona con una multa de hasta 300 euros y una pérdida de tres puntos en el carné. Se aproxima una reforma de la Ley de Seguridad Vial y, con este motivo, la DGT estudia que utilizar el navegador mientras se está al volante pase al listado de las infracciones graves. ¿Y, por cierto, cuántas páginas tendrá la nueva Ley de Seguridad Vial? Tengo un ejemplar de la última ley, de unas 800 páginas, y doy fe de que, con ese volumen de información, leí muy pocos artículos. El director general de Tráfico y, a la vez, oráculo de Delfos en la madrileña calle de Arturo Soria, sede de la DGT, Pere Navarro, ha declarado que parece lógico -y esta apelación a la lógica le habrá alegrado el día al padre Balmes en el cielo- que, si programar el GPS con el coche en marcha y utilizar el móvil son dos actos parecidos, tengan la misma sanción. Estas declaraciones las hizo Navarro en Aranjuez (Madrid), un municipio célebre por su tren de la fresa, que conocen no pocos estudiantes madrileños. En Aranjuez, municipio amado por el escritor José Luis Sampedro -que situó allí la acción de alguna novela suya-, Navarro nos recordó a los ciudadanos que las distracciones -y la mayoría se producen por hablar por teléfono- causan más de la mitad de los accidentes en autopista y autovía durante los meses de julio y agosto. La DGT ya ha pedido a los fabricantes de GPS que incorporen un dispositivo que no permita programar el navegador con el coche en marcha. Como implantar esta novedad técnica llevará algún tiempo, la DGT busca una solución provisional, las dulces multas: ellas, con su maternal lenguaje, pueden disuadir a los conductores de usar el GPS con el coche en marcha.