Más mujeres en la prensa

OPINIÓN

17 oct 2006 . Actualizado a las 07:00 h.

DESDE hace años las mujeres son mayoría en las redacciones de los medios de comunicación y casi únicas en algunos de reciente creación. Es un reflejo del paisaje de las saturadas facultades de Periodismo, en las que la mujer representa el 63,6 %, según la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación (Aneca), que recoge el último Informe anual de la profesión periodística que edita la Asociación de la Prensa de Madrid. Sin embargo, su mayoritaria proporción entre la tropa y puestos intermedios no se corresponde aún con los de alta responsabilidad en esas redacciones y mucho menos con los cargos directivos de las empresas -incluidos el editor y el consejero delegado-. ¿Cuántas directoras de periódicos diarios hay en España? Según dicho informe, el porcentaje de mujeres que ocupan cargos en la cúspide de la profesión está en torno al 14%, cifra alcanzada gracias a las revistas, especialmente femeninas, y a las emisoras de FM. Las televisiones, más cucas ellas, suelen optar por el dúo mujer-hombre para la presentación de sus informativos o, incluso, por poner sólo mujeres, pero siguen reservando a los hombres la dirección de la cadena y de los servicios informativos o el noticiario estelar y la edición y dirección de éste. Y en cualquier caso, en la pareja lleva la voz cantante el hombre y el acompañamiento la mujer. En los programas de radio la cosa está más equilibrada o va por franjas, pero aún se vislumbra un equilibrio inestable que no certifica la excepción de una realidad tozuda. Es verdad que muchas mujeres son reacias a ocupar puestos de responsabilidad porque tienen otro orden de valores y anteponen al trabajo profesional otras cosas que los hombres relegan a la cola de sus preferencias o simplemente las excluyen, pero no es razón suficiente para que el panorama sea el que es. Las mujeres «son más capaces de llevar a un tiempo la libertad de sus vidas privadas y la disciplina de sus vidas laborales», como ha dicho Fernando Savater, y un poco más de voluntad por parte de los editores vendría bien para que la fotografía no saliese tan sepia.