Operación en ingravidez

| MANUEL-LUIS CASALDERREY |

OPINIÓN

28 sep 2006 . Actualizado a las 07:00 h.

LAS NOTICIAS de agencias (edición electrónica de La Voz, a media tarde del 27-9) dan cuenta de que concluye con éxito la primera operación en condiciones de ingravidez. Un equipo quirúrgico del hospital universitario de Burdeos, a bordo de un avión Airbus A-300, aprovechó las 32 fases de ingravidez de unos veinte segundos de duración cada una para operar un pequeño tumor de grasa en el antebrazo de un paciente voluntario. Todo un avance experimental, al comprobar que es posible operar en condiciones similares a las que existen en la estación espacial internacional o en cualquier otro vehículo que orbite la Tierra. Lo que choca de la noticia de agencias es que se diga que la intervención ha servido para experimentar anestesia y cirugía en las que «las leyes de la gravedad no existen». Esta expresión puede confundir a algunos lectores y llevarles a pensar que la ley de la gravedad se puede derogar para realizar la operación. La ley de la gravedad existe siempre. Lo que sucede es que se puede conseguir una situación de microgravedad, de baja gravedad, cuando el avión se lanza a gran velocidad hacia la tierra, en una especie de caída libre, en la que aparece una aceleración de sentido contrario a la de la gravedad, atenuando claramente sus efectos. En microgravedad, en ingravidez , las personas y las cosas parecen haberse liberado de la fuerza de la gravedad, ya que flotan en sus habitáculos. Pero, precisamente porque existe la fuerza de la gravedad, es posible conseguir la situación de ingravidez.