El 26 de abril de 1931, la británica Virginia Woolf publicó «Las olas», novela considerada como una de las más profundas y reflexivas de su bibliografía. Esta atormentada escritora creía que con ella había encontrado al fin un modo de escribir propio.
25 abr 2006 . Actualizado a las 07:00 h.La fugacidad de la vida y el paso del tiempo, dos de las obsesiones que acompañaron la vida y la obra de Virginia Woolf, alcanzan uno de sus máximos exponentes literarios en Las olas, la novela que la escritora londinense publicó hace hoy 75 años convencida de haber recorrido un arduo camino hasta encontrar su estilo. La autora, que comparte sus años de nacimiento y muerte con James Joyce (1882-1941), había publicado antes otras obras más conocidas y consideradas como más relevantes para la literatura del siglo XX ?como La señora Dalloway y Al faro?, pero fue con Las olas con la que sintió que iniciaba un nuevo ciclo, dejando por fin atrás el peso del papel que la vida le tenía reservado por el simple hecho de ser mujer: el de un ángel guardián del hogar. Nacida en el seno de una familia de clase media alta, en un ambiente frecuentado por artistas y literatos, Virginia Stephen se distinguió por su defensa de numerosos problemas sociales, en especial los de la condición femenina. A ello y a la formación de su carácter complejo y obsesivo contribuyó la situación que se vio obligada a vivir por haber nacido en la Inglaterra victoriana y haber quedado marginada de la universidad, a la que sus hermanos sí pudieron asistir. Ella, en cambio, fue expulsada de una biblioteca porque las mujeres no estaban admitidas. Tampoco ayudó a su espíritu inestable el hecho de que su hermanastro intentara abusar sexualmente de ella. Tras la muerte de su madre tuvo la primera de unas frecuentes crisis mentales que acabaron llevándola al suicidio años más tarde. El posterior fallecimiento de su padre y de dos de sus hermanos marcaron su vida y su obra, en la que abundan el tema de las esperanzas frustradas y los personajes jóvenes llenos de expectativas que mueren de forma repentina. Con la desaparición de sus seres más queridos, la escritora se trasladó a una zona bohemia de la capital británica, donde empezó a relacionarse con destacados artistas y escritores con los que formó el Grupo de Bloomsbury. En 1912 se casó con el economista Leonard Woolf, también miembro del colectivo y con quien fundó la editorial Hogarth Press, que publicó la obra de la propia autora junto con la de T. S. Elliot y Sigmund Freud, entre otros. Woolf está considerada como una escritora experimental y modernista. En un panorama acostumbrado a la narración lineal de la novela victoriana, ella deja de lado la acción para centrarse en el aspecto emocional y llega a hacer cosas como contar la muerte de un personaje entre paréntesis. Más interesada por la subjetividad que por la realidad, inicia una forma de discurso en la que los personajes no expresan sus pensamientos con monólogos interiores bien estructurados, sino, como en la vida real, de forma desordenada y con ideas mezcladas. Lo que importa no es ya la realidad, sino la forma en que cada uno la percibe.