Sí, pero ya veremos

GONZALO PARENTE

OPINIÓN

17 dic 2004 . Actualizado a las 06:00 h.

LA DECISIÓN del Consejo Europeo de abrir la puerta de la Unión a Turquía representa una forma diplomática de contentar a todos. A los turcos, que desde hace cuarenta años están pidiendo su incorporación al club de los países de raíces cristianas; a los que ven un peligro en la incorporación de un país islámico con alta demografía, y también, a quienes consideran a Turquía un aliado fiel mediterráneo. Pero los turcos observan cómo muchos países del antiguo Pacto de Varsovia se han incorporado antes que ellos, a pesar de que hace poco tiempo eran los adversarios de Europa occidental. Por eso, los turcos que fueron un firme aliado de la OTAN, sin que ningún europeo se sorprendiese de contar con Turquía para la defensa de Europa, durante esos cuarenta años, ahora son precisamente los países fundadores del Mercado Común quienes tienen problemas para sentarse con ellos en los foros europeos de decisión. La incorporación de Turquía a Europa presenta ventajas e inconvenientes. Este país daría a la Unión Europea la llave para el acceso político, cultural y económico a esa región estratégica que une a nuestro continente con Oriente Medio y el sur de Asia, donde están precisamente las fuentes del petróleo. Las ventajas geopolíticas y geoestratégicas son enormes. Pero a su vez, Turquía representa el riesgo de un fuerte choque intercultural, por la incorporación a Europa de una población islámica de setenta millones de personas, con una renta per cápita muy baja, pero con una capacidad de expansión muy alta (Alemania tiene dos millones de turcos). Sin duda es un reto para los europeos que están en período de asimilación de los países de la Europa oriental, y quedan Rumanía y Bulgaria de próxima incorporación, sin olvidar que otras naciones europeas, sin discusión de cultura islámica, como Bosnia y Albania, todavía no han pedido su incorporación a la Unión. Esta semana, Le Figaro ha publicado una encuesta de sumo interés: El 67% de los franceses y el 55% de los alemanes están en contra del acceso de los turcos; mientras que en España el 65% y en Italia el 49% están a favor. Estas cifras son para reflexionar. El caso es que el Consejo de Europa ha aceptado iniciar las negociaciones para la incorporación de Turquía, pero con muchas condiciones, y la primera será que ello no suponga el acceso automático, que por otro lado no sería antes del 2020.