El rock de Aznar

| CARLOS G. REIGOSA |

OPINIÓN

06 jul 2004 . Actualizado a las 07:00 h.

ESTÁBAMOS celebrando el medio siglo de rock, que inauguró para la leyenda Elvis Presley al grabar That's All Right Mama en Memphis, cuando José María Aznar cogió su discurso de antes, lo desempolvó y lo lanzó contra la línea de flotación del triunfo socialista del 14-M. Dos noticias que se mezclan y que lo dejan a uno sin saber a cuál prestar atención. Porque lo del pélvico Elvis fue muy fuerte y conmovió las estructuras de un mundo que no tuvo más remedio que dejarse ver y sentir de otro modo, con una liberación sexual en puertas, ilustrada en el escenario por los movimientos del ilustre rockero. Pero lo de Aznar también tiene su miga, sobre todo porque revela un convencimiento arraigado que, lejos de remitir o declinar, se refuerza con el paso del tiempo, formulado esta vez con las siguientes palabras: «El PSOE llegó al Gobierno como consecuencia del 11 de marzo. Ellos lo saben y los demás también. Antes del 11 de marzo no tenían un proyecto, ellos lo sabían y los demás también». ¿Rock duro? No, el mensaje de un político tozudo que rechaza la reforma de la Constitución porque sería «el mayor error imaginable» en una etapa de «secesionismo político y terrorismo separatista». Y, por si quedasen dudas sobre las elecciones que perdió su partido, añade que «es difícil encontrar una jornada tan antidemocrática como la del 13-M», con unos responsables que «tendrán colgado al cuello para toda la vida uno de los peores baldones de la historia democrática». A estas alturas del leñero discurso aznariano, yo intentaba en vano escuchar la almibarada Llorando en la capilla de Elvis. Imposible concentrarse. La reaparición de Aznar con sus duras declaraciones tiene algo de retorno del maduro vaquero vengador de los últimos tiempos del Lejano Oeste. El viejo rockero ha vuelto (Elvis, no Aznar). Pero los tiempos han cambiado y él (Aznar, no Elvis) no sabe cómo ha sido, como aquel mister Jones que cantaba Bob Dylan. Pero ha sido. Dijo Antonio Machado: «Peor que ver la realidad negra, es el no verla». Isaac Asimov añadió: «Pegar un hecho es lo más fácil del mundo, mucha gente lo hace, pero el hecho sigue siendo un hecho».