No nos resignamos

| ERNESTO S. POMBO |

OPINIÓN

01 jun 2004 . Actualizado a las 07:00 h.

A VER si al final resulta que van a hacer buenos a los Álvarez Cascos, los Zaplana y al profesor asociado de Georgetown. A ver si era cierto que los que se fueron tenían una sensibilidad especial para con los problemas de Galicia. A ver si vamos a tener que recuperar aquel dicho de nuestros bisabuelos de que «ya vendrá quien bueno me hará». Porque la verdad es para pensarlo así. Zapatero sigue agobiado. Tanto que ha vuelto a retrasar su encuentro con Fraga. La ministra de la obra pública no ve nada claro el Plan Galicia. Y el Ministerio de Defensa, que dirige quien gusta de atiborrarse la pechera de chapas, ha favorecido a una empresa andaluza, en la construcción de un vehículo militar, en detrimento de otra gallega. El día de ayer no sólo ha venido lluvioso y tristón en el norte, sino que también ha pasado descargando tormentas en el resto de nuestra comunidad. Hemos dedicado los últimos meses de nuestra vida a reprochar y censurar la escasa atención y los desplantes del gobierno popular con Galicia y ahora llegan los socialistas y nos obligan a hacer lo mismo. Porque la de ayer ha sido otra jornada antológica. Repleta de malas noticias y de sospechas que pueden conducir a decisiones fatales. Y lo peor es que no transcurren tres horas sin que desde algún despacho de Madrid nos lancen un aviso enigmático y oscuro sobre nuestro futuro. Decía Octavio Paz que ningún pueblo cree en su gobierno y que a lo sumo los pueblos están resignados. Pues no es el caso. Los gallegos no nos vamos a resignar a soportar a quienes no se han enterado aún de nuestro atraso secular, ni de que Galicia sufrió la mayor catástrofe ecológica, económica y social de su historia. Porque a estas alturas ya sabemos distinguir lo que es compasión, gratitud o privilegio de lo que es justicia.