QUIZÁ Aznar debiera acudir con más frecuencia al romancero de su tierra. Dicen que ahí está la sabiduría de los tiempos. Ahí va un ramillete. «Al villano, si le das el dedo, tomará la mano», «Amigo por su provecho, golondrina en el techo», «Amigo de buen tiempo, múdase con el viento», «Amor de señor, amor de hurón», «De tales bodas, tales tortas», «Antes cabeza de ratón que cola de león», «A las veces, tras la cruz está el diablo», «No hay tal razón como la del bastón», «Allá van leyes do quieren reyes», «Allá va María con cuanto había». Sin embargo, «En contienda, ponte rienda», «Allégate a los buenos y serás uno de ellos». Y, si de Europa hablamos, «Allá do fueres, harás como vieres». Y , si hablamos del Consejo de Seguridad y de la ONU, «Aunque compuesta, la mentira siempre es vencida». Y, si hablamos de nosotros, «A otro perro con ese hueso» y, también, por lo de las consecuencias electorales, «A quien Dios se la dé, San Pedro se la bendiga». Y para todos, «Guerra, caza y amores, por un placer mil dolores».