¡QUIERO ESA NARIZ!

OPINIÓN

05 feb 2003 . Actualizado a las 06:00 h.

El cirujano plástico más reputado de Hollywood ha desvelado que la mayoría de las mujeres que acuden a su consulta piden un apéndice nasal como el de Nicole Kidman y unos ojos como los de Halle Berry. Los famosos imponen hasta su físico. Silicona letal Inyecciones de silicona en la trastienda de una peluquería de barrio. En torno a la cirugía estética se extiende como el aceite un sórdido submundo dominado por el intrusismo, el oportunismo y la incauta confianza de los que pretenden el ideal de belleza a un precio económico. Detrás de todo, la insoportable presión de un modelo estético inalcanzable. Arrugas, ¿Y qué? No todos en Hollywood son émulos de Frankenstein. Con los recauchutados convive un nutrido grupo de artistas que presumen de arrugas. La tendencia la marcó Ingrid Bergman, que se negó a que el bisturí rebajara sus años. Un espíritu que ha heredado su hija, Isabella Rosselini, y otras como Susan Sarandon, Jamie Lee Curtis o Ines de la Fressange. Los ejércitos de la belleza Sólo la industria armamentística supera en negocio a la belleza. Los imitadores de Fausto conforman un nutrido ejército al que en España se han alistado las trescientas mil personas que cada año se someten a una reparación estética. Los especialistas dicen que «los milagros no existen». Pero se aprovechan de que muchos creen en ellos. La de Nicole o la de Virginia La respingona nariz de Nicole Kidman es la última moda en el catálogo de rasgos faciales ideales. Pero esa misma nariz tuvo que ser recubierta de espuma de látex para que la australiana se aproximase al perfil de Virginia Woolf en la película Las horas . Y su presencia física siguió siendo igual de contundente. Lo que demuestra que no es cuestión de narices.