Amigos y europeos

OPINIÓN

22 ene 2003 . Actualizado a las 06:00 h.

AHORA que se habla de historia con pasión, incluso con furia, de historia reciente, de los históricos y los no históricos, hay otra historia, un poco más al norte, más edificante que la que aquí parece condicionar todavía nuestra forma de vivir y de repartir. Es la de Francia y Alemania, las dos naciones que sesenta años después de la barbarie que las enfrentó y tras cuarenta años de amistad, renuevan juntas el compromiso de Europa en favor de la paz con un nuevo llamamiento a la sensatez y al diálogo entre Estados Unidos e Irak. Si las historias se repitieran, si la brutalidad de la guerra viniera automáticamente sucedida por la cooperación entre los que antes se mataban, podríamos adivinar para mediados de siglo un idilio entre norteamericanos e iraquíes. Ahora que todo va tan rápido, ¿no podemos buscar un atajo para llegar a la paz sin preparar la guerra? ¿No hay manera de lanzar una marea blanca sobre Irak y sobre Palestina? ¿No será hora, como cree Europa, de que la historia deje de construirse sobre cadáveres?