JOSÉ VARELA
01 ago 2001 . Actualizado a las 07:00 h.Los ecos del estruendo causado por las vacas locas en el mercado no se han ahogado todavía. La capacidad de producción supera con creces la demanda. Las prospecciones de los expertos no auguran cambios significativos en la tendencia. Por ello, se impone el ajuste, el equilibrio. La cuestión está en que el método elegido no cargue el peso del proceso sobre las comunidades que, como Galicia, tienen las explotaciones más modestas. Si el punto de partida de cada comunidad es diferente, deberá buscarse el equilibrio también de los sacrificios.