A FAVOR
28 may 2000 . Actualizado a las 07:00 h.Durante casi veinte años, el PSOE vasco y el PNV, con su entendimiento y con su coalición de gobierno, garantizaron una larga etapa de paz política y de buen funcionamiento institucional. Luego sucedieron muchas cosas, ese entendimiento se rompió y ya todo han sido dramas políticos y crispación. PSE y PNV están condenados a entenderse. Continúan siendo los dos partidos axiales de la política vasca. Deben dejarse de manidas palabrerías y de tantas condiciones y suspicacias y entrar sin miedo en el corazón del problema. Al PNV le toca recoger la invitación de Redondo. Lo urgente es romper el maleficio y ponerse a hablar.