Permite consultar cuatro diccionarios vivos, la ortografía y la gramática
15 oct 2013 . Actualizado a las 07:00 h.«No documentamos el empleo de 'torcuato' como nombre común o adjetivo». Esta es una de las 250 consultas que de media atiende diariamente la Real Academia Española a través de su cuenta de Twitter. Este canal nació, como recuerda el director de Comunicación de la RAE, Miguel González Somovilla, para ofrecer información institucional de la entidad, pero muy pronto se comprobó que sus seguidores -450.000 en la actualidad, a un ritmo de crecimiento de 700 diarios- lo que más demandaban era una ventana para plantear sus dudas.
El renovado portal de la Academia (rae.es), cuya versión beta ya está disponible y que se presentará oficialmente la próxima semana en el Congreso de la Lengua de Panamá, comparte esa misma vocación. Si hasta ahora el diccionario de la RAE era la estrella -dos millones de visitas al día-, ahora están disponibles otros tres diccionarios vivos más: el panhispánico de dudas, el esencial y el de americanismos, este último accesible en el portal de la Asociación de Academias. A ellos hay que sumar un nuevo diccionario histórico y los volúmenes anteriores, donde se incluye también el de autoridades.
También son novedades las incorporaciones al portal académico de la ortografía del 2010 y la nueva gramática, junto a las versiones facsímiles de sus primeros textos, de 1741 y 1771, respectivamente. De mayor especialización son los corpus lingüísticos, como el Corpes XXI -coordinado por el catedrático de Lingüística de la Universidad de Santiago, Guillermo Rojo-, o el acceso a las más de diez millones de papeletas que conforman el fichero general de la RAE. El objetivo, según Somovilla, es que el portal de la institución satisfaga los distintos niveles en los que se puede clasificar la demanda de información por parte de los intereses de distintos usuarios.
Ida y vuelta
Este proceso comunicativo se pretende que sea de ida y vuelta, y que los ciudadanos también puedan hacer sus sugerencias y aportaciones, acercando así institución y hablantes en un doble sentido: por un lado, a la RAE se le facilita su tarea de documentar y estudiar el uso de la lengua, mientras que por otro los hispanohablantes tienen un canal para resolver sus dudas con mayor agilidad. Esta tendencia se ha visto acentuada desde la llegada de los dispositivos móviles, que permiten plantear las consultas lingüísticas o buscar información independientemente del lugar en el que uno se encuentre.
El portal de la RAE pretende, además, sumar nuevos contenidos próximamente. Algunos serán la ampliación de la información sobre los académicos, desde noticias, biografías o sus discursos de ingreso.